Sólo tú, sólo tú puedes salvarme y darme libertad si me encadenas
Agradece al tiempo que, mucho más sabio que tú, no apresure tus horas de dolor ni se demore en tus momentos de dicha, sino que te los mida con la misma igualdad, con la misma ecuanimidad generosa
No te apartes de mí, ven cada día a hacerme triste, a hacerme hombre, hijo tuyo... Visítame
¿Adónde vas? ¿De qué regiones vienes? ¿Quién da a tu rostro ese celeste olvido? ¿Qué Dios sin fuego con su luz te viste?
¿Creías que el mundo termina donde tú acabas? Tú eres ya no fin, pero ni siquiera comienzo de ninguna cosa. No eres comienzo ni de ti mismo
Ya ni quiero decirte que te quiero, silencio del amor, noche entregada
Aquifrases.com
© 2018 | Aquifrases | All right reserved.