Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños
La más bella palabra en labios de una persona es la palabra madre, y la llamada más dulce: madre mía
Amar a la vida desde el trabajo es intimar con el más recóndito secreto de la vida
Aléjame de la sabiduría que no llora, la filosofía que no ríe y la grandeza que no se inclina ante los niños
Fui bohemio, pero pronto me surgieron las inclinaciones familiares. Es una forma de amar que me gusta
Cava la tierra y hallarás un tesoro, sólo que debes cavar con la fe de un labriego
Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes
El amor es siempre tímido ante la belleza, al paso que la belleza anda siempre detrás del amor
No busques al amigo para matar las horas, sino búscale con horas para vivir
Los dones que provienen de la justicia son superiores a los que se originan en la caridad
El olvido es una forma de libertad
La verdad necesita de dos hombres para ser descubierta: uno para decirla y otro para entenderla
El verdadero gran hombre es el que no se enseñorea de nadie ni permite que nadie lo domine
El hombre es como la espuma del mar, que flota sobre la superficie del agua y cuando sopla viento se desvanace como si no hubiera existido. Así arrebata la muerte nuestras vidas
Me aparto de la gente que considera a la insolencia valor, y cobardía a la ternura. Y también me aparto de aquellos que consideran charlatanería a la sabiduría e ignorancia al silencio
El amor y la duda nunca han estado en buenos términos
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