Tuve un amante que ensalzó mis caderas y mi forma de amar intensa y silenciosa
Esperaré paciente, acechando, como un perro, el momento. O me iré por la selva de tus versos abriéndome camino lentamente por ocultos senderos, por pequeños resquicios que has dejado entreabiertos
¿Qué momento de vida es distinto de un trabajo forzado que un preso realiza sin saber si algún día redimirá con él una culpa desconocida?
Huye del fugitivo, del que no toca tierra con sus plantas, y mírate en el rostro de las horas despiadada
Desconfía de aquellos que no han considerado nunca el suicidio. Van haciendo paso a paso el camino, cegándose al abismo que siempre acosa al hombre. Entran en la matemática rueda de la materia. Se hacen invulnerables a la desesperación. Cuentan incluso, fríamente, con el corazón
Aquifrases.com
© 2018 | Aquifrases | All right reserved.